sábado, 11 de septiembre de 2010

Crónicas D y P - Entrega N°7 -


Miércoles 30 de septiembre – 10:30 hs. Paula
Suena el despertador, más tarde que de costumbre. Paula se había pedido día de estudio ya que ese mismo día rendía un parcial. Fácil, según ella, por lo tanto no pensaba tocar un libro en todo el día. A pesar de su racha de repruebes, aún no perdía su confianza -y algo de soberbia- en su capacidad para el estudio. Se había pedido el día simplemente porque no tenía ganas de ir a trabajar.

Pau se sienta en la cama, y se apresura en buscar su celular. Presiona un botón para encender la luz de la pantalla, la mira rápidamente, y revolea el teléfono sobre el colchón. No tenía mensajes nuevos de Camila. Ya estaba comenzando el día de mal humor.

Se levanta de la cama con desgano. Tenía puesta una musculosa celeste y un short blanco bastante corto. Se abriga con un buzo cangurito porque la casa estaba fría.

Se acerca a la cocina, estaba su madre haciendo unas tostadas
- Escuché tu despertador y te quería sorprender con unas tost… ¿Qué hacés descalza?! Andá a ponerte las pantuflas, haceme el favor!
- Mamá por dios!!! No me jodas, te lo ruego. No tengo doce años! – responde Pau, pronunciando cada palabra con énfasis y furia.
- A mí no me vas a tratar así. ¿Qué te pasa, Paula? ¿Qué es lo que te tiene tan histérica? Seguro es ese chico. ¿No te llamó más?
- Mamá, no quiero hablar, en serio.

Lo más duro era que su madre tenía algo de razón. El motivo de la extrema sensibilidad de Pau era la falta de contacto con alguien.
Rememoraba cada instante con Camila, trataba ridículamente de descifrar qué era lo que había hecho mal para que ella haya perdido el interés. Sacaba conclusiones apresuradas, se ponía en el lugar de Camila e imaginaba razones por las cuales ella no gustaría de sí misma. Y sólo habían pasado algunas horas del último contacto con Camila. Su ansiedad la hacía sentir como si hubieran pasado largos días…


Miércoles 30 de septiembre – 10:30 hs. Daniela
- Arriba, dormilona! Ya trajeron el desayuno
- Ah, ah. Hola gordo – respode Dani, enroscada entre la sábana
- ¿Te dije que me encanta verte dormir?
- Hace mucho que no me lo decías…
- Me había olvidado de lo linda que eras durmiendo. Toda indefensa…
- A vos te gusto dormida porque no hablo – bromea Dani y toma su taza de café
Germán sonríe.
- Que buena noche que pasamos, ¿no?
- Si, Ger, la verdad que sí
- ¿No te diste cuenta de que hubo algo diferente?
- Eh… no, creo que no…
- ¿No la pasaste mejor que siempre?
Dani se queda pensando, algo avergonzada. La noche había sido realmente larga, a su pesar; más larga que cualquiera de sus noches. Quizás a eso se refería su novio.
- Veo lo atenta que estabas… - exclama Germán, ofendido
- Duraste mucho…
- Si, pero fue con ayuda – responde Germán, con un guiño de ojo que a Dani le pareció estúpido
- ¿Tomaste algo?
- Si. Quería que tuviéramos una reconciliación con todo
- Pero mi amor… no tenés que tomar esas cosas, mirá si te hacen mal…
- Todo sea por satisfacer a mi gordita – responde Germán, con expresión heroica
A Dani se le hizo un nudo en el estómago. La situación se estaba tornando realmente difícil de sobrellevar.


Miércoles 30 de septiembre – 13:42 hs. Paula
Pau ojeaba automáticamente su cuaderno de la facultad, pensando en Camila.
No soportó la espera, y decidió escribirle un mensaje:

“Hola linda, como va todo? Yo me pedí día de estudio pero estoy boludeando desde que me levanté :P”

Al instante de presionar la tecla “enviar”, ya estaba recibiendo una llamada de Camila.
- Hola, hermosa!!
- Hola, Cami, ¿cómo estás? – a Pau la intimidó escuchar su voz de nuevo
- ¿Así que estás al pedito en tu casa? Qué buena noticia… ¿A qué hora rendís?
- A las siete
- ¿Tenés ganas de que demos una vuelta? Estoy con el auto
Pau se tragó entero el caramelo que tenía en la boca.
- Si, me encantaría…
- Buenísimo. Te paso a buscar por tu casa, decime la dirección
- No, por casa no! Está mi vieja
Se hizo un silencio del otro lado de la línea. Pau recordó inmediatamente lo que le había comentado Gaby acerca de las malas experiencias de Camila con chicas debutantes en el mundo gay.
- Bueno, Pau, decime donde entonces… - exclamó Cami, con un notorio cambio en el tono de voz
- Pasá por el Alto Palermo. ¿Te parece?
- Dale – respondió Cami, esforzándose por disimular la molestia – Ponete linda…
- Jaja. Voy a hacer lo posible
- Un besito

Cortaron. Pau se sentó en la cama, suspiró fuerte y sonrió. Una sonrisa que iba a durar varios minutos.


Miércoles 30 de septiembre – 13:42 hs. Daniela
- Estás toda linda, toda linda – le dice Dani a Lore, cerca de la barra
- Pensar que hace menos de una semana me decías que no te interesaban las mujeres – exclama Lore, levantando las cejas con soberbia
- Es que me gustás solo vos – responde, mirándole el escote, simulando en broma ser un burdo galán
- No te creo nada de nada – continúa Lore el coqueteo, mordiéndose la uña del dedo meñique
Ambas ríen. Pero sabían que estaban hablando un poco en serio. Dicen que todas las bromas tienen su parte de verdad…

Lore se acerca a atender una mesa, y Dani ve que Carla estaba mirando de reojo cada movimiento de su chica. Optó por no coquetear más con Lore en presencia de Carla. Por nada del mundo quería que peligrara su relación.

Carla se mete en la cocina; Dani se apura para hablar con su compañera
- Che, Carla nos estuvo mirando a full. ¿Vos te amigaste con ella?
Lore mira hacia abajo por unos instantes
- Dani, no me hagas preguntas si no querés escuchar la respuesta
- ¿Quién dijo que no la quiero escuchar?
- No te va a gustar
- No me afecta
- Intenté amigarme, y terminamos garchando. Pero ella sigue firme en su postura, y casi no me dirige la palabra. Es raro.
- Si intentaste amigarte evidentemente la mina te mueve algo…
- ¿Ves por qué no te quería contar? No quiero que me analices

- ¿Me traés la cuenta? – solicita un cliente, dirigiéndose con la mirada a Dani
- Shit
- Andá, Dani, después la seguimos


Miércoles 30 de septiembre – 14:08 hs. Paula
Paula esperaba sentada en la escalera de ingreso al Alto Palermo, escuchando su mp3 con las manos en los bolsillos. Veía a la gente fumar e imaginaba que quizás eso la ayudaría a calmar la ansiedad. Pero no quería tener más vicios.

De repente, alguien le quita los auriculares desde atrás.
Pau se da vuelta, asustada.

- Que linda casualidad…
- Hola, Leo ¿Qué hacés tanto tiempo?
- Trabajo acá!
- Ah mirá vos…
- Desaparecida, no me respondiste más ni un mensaje, ni un mail…
- Es que estuve con mil cosas…
- Bla, bla. Excusas. ¿Salimos un día de estos?

Pau no sabía qué responder. Ella había salido con Leonardo durante unos meses, pero la relación se había cortado debido a inconstancias de ella. Hasta que llegó un día en el que perdieron definitivamente el contacto.

- Dale, vemos – A Pau le dio pena decirle que no. Aunque estaba segura de que iba a seguir sin responderle los mensajes.
- Bueno, anotá mi nuevo cel. Es 1161817783.

Mientras Paula registraba el número en su celular, le tocan el hombro. Era Camila, con cara de desconcierto.

- Hola, Cami! Te presento a Leo. Leo, ella es Cami, eh… una amiga – exclama Pau, muy sonrojada
Se saludan.
- Bueno, Leo, hablamos
- Dale, chau – Leo se había dado cuenta de la tensión de la situación. Saluda a ambas chicas y se retira.


Miércoles 30 de septiembre – 14:08 hs. Daniela
- Daniela, vení un momento
- Si, Carla, decime
- Le cobraste mal a esta mesa. Pusiste mal el código, ¿ves?
- ¿Le cobré de más o de menos?
- De menos
- Ah, bueno, al menos no lo perjudiqué al cliente
- Pero sí a nosotros. Vas a tener que poner la diferencia de tu bolsillo. Te la voy a sacar de la propina de hoy.
- Carla, no me hagas esto. Fue un error, le puede pasar a cualquiera!
- Antes no te hubiera pasado algo así. Estás muy desatenta; no prestás atención a nada. Siempre que te miro estás boludeando.

Dani se sonrojó, de bronca y de incomodidad porque la habían puesto en evidencia.

- Bueno, Carla. No va a volver a pasar – exclamó, luego de respirar hondo. Luego se dio la vuelta y subió a fumar un cigarrillo al baño.
- ¿Y ahora adónde vas?
- ¿Ahora tampoco puedo ir al baño?
- Me tenés que avisar antes de ir.

Dani no respondió y continuó subiendo la escalera, tragándose las lágrimas.

Siempre su orgullo ante todo. Difícilmente iba a ceder ante un superior. Su rebeldía la había llevado a renunciar de manera impulsiva a algunos trabajos, o a que la despidan de otros…


Miércoles 30 de septiembre – 14:17 hs. Paula
- El auto está acá a la vueltita. Es un Focus gris – exclama Cami
- Ah… – Pau no tenía ni idea de cómo era un “Focus gris”
- Es el auto de mi vieja. Yo me estoy por comprar un Corsa usado; lo consigo a veinticuatro lucas

Pau carecía de información del mundo de los autos. Ni siquiera podía discernir qué tan barato era el precio que le habían ofrecido a su chica.

- ¿Cuántos kilómetros tiene? – atinó a preguntar
- Noventa mil – respondió Cami, mientras abría la puerta de su auto, de manera algo masculina
- …
- Es barato – agregó Cami, con una media sonrisa, mientras se sentaba en el asiento del conductor
- Es que no entiendo nada de autos…
- ¿Nada entendés? ¿Nada de nada? – pregunta Camila sonriendo, tomándola de la cara suavemente con sus dos manos.
- No… - responde tímidamente Pau
Cami la besó, adentro del auto, a plena luz del día. Paula se sintió completamente entregada. Era una sensación tan fuerte, tan linda.


Miércoles 30 de septiembre – 14:17 hs. Daniela
Dani fumaba su segundo cigarrillo, apoyada en una pared del cubículo del baño. Había decidido bajar apenas lo terminara. Escucha unos pasos que entran al vestuario.

- Dani, ¿estás ahí? – pregunta Lorena
- Si, ya salgo
- Salí ahora que estoy sola, dale
Dani asoma la cabeza, y luego saca el resto del cuerpo.
- Sos una boluda, no le podés responder así a Carla…
- ¿Qué? ¿La estás defendiendo?
- Te estoy aconsejando. La conozco. Si le caes mal te va a hacer la vida imposible para que termines renunciando.
- Que macabra. ¿Por qué no me echa y ya?
- No es macabra, es viva. Si renunciás no te tiene que pagar indemnización.
- ¿Por qué salís con una mina así?
- Bueno, por eso te digo, nosotras no queremos líos, ¿no, mi amor? Así que portate bien, que me muero si te echa… - exclama Lore, eludiendo la pregunta
- Bueno…
- Escuchame, ¿querés venir a tomar unos mates a casa hoy? De paso la conocés
- Me encantaría
- Bueno, venite apenas termine tu turno. Yo salgo una hora antes que vos, así que voy a ir preparando todo…
- Dale… - responde Dani, mirándola a los ojos, algo sorprendida


Miércoles 30 de septiembre – 16:27 hs. Paula
Paula y Camila estaban muy juntas en un parque cercano a los lagos de Palermo. A insistencias de Paula, habían buscado durante varios minutos un lugar apartado de la gente, para poder estar tranquilas.
Pau estaba acostada, con la cabeza apoyada sobre el regazo de su chica.

- Bonita…
- ¿Si?
- ¿Qué onda ese chico? – pregunta Cami, mientras le acaricia el pelo

Pau se levanta de golpe

- Es un amigo…
- ¿Un amigo? No te miraba como un amigo
- Bueno, tuvimos algo alguna vez… pero ya pasó todo. Aparte, no me gusta!
- Está bien, que se yo… No me gusta pedir explicaciones a nadie, y menos a vos, que no tenés ningún compromiso conmigo. Me estuve conteniendo durante un rato largo, pero no pude evitar sacar el tema

Por un momento, a Pau se le cruzó por la cabeza la idea de tener una relación estable con una mujer, y se sintió aterrorizada.

- Es cierto, no tenemos nada serio – responde
- Bueno, entonces no hay más nada de qué hablar – exclama Camila, mostrando un falso desinterés. Pero se le notaba en los ojos un dejo de tristeza, del cual Paula no se percató
- No me digas eso. Vamos a intentarlo, ¿no? Yo tengo muchas ganas de conocerte más – Paula hablaba sin pensar. Sabía que quizás no iba a ser la chica ideal para Camila. Tenía demasiados miedos todavía.
- Yo también, Pau…
- Teneme un poco de paciencia, nada más
- Ya veremos, ya veremos – responde Cami, abrazándola


Miércoles 30 de septiembre – 16:27 hs. Daniela
Daniela estaba inquieta. Había salido hace casi media hora del bar, y ya se había comprado un juego de ropa interior nuevo –según ella, el que tenía no era acorde a la ocasión-, y había intentado ir a depilarse, pero todas las peluquerías tenían demora de más de media hora.

- No estoy tan mal – pensó, y se dirigió a tomar el colectivo.

Dani daba por sentado de que iban a tener sexo. Se imaginaba que Lore la iba a esperar con algún atuendo sexy, buena música y la cama preparada para las dos.

Llega al edificio de Lorena y toca el timbre. Tercero “A”.
- ¿Si? – atiende Lore
- Hola, Lore!
- ¿Quién es?
- ¿Cómo “quién es”? Obvio que yo! - pensó
- Soy yo, Dani…
- Ah, Dani. Te tiro la llave desde el balcón. Cuidado no te golpees, eh

Extrañada, se aleja del portero eléctrico para mirar los balcones. Odió el poco romanticismo de Lore. ¿Cómo le iba a revolear la llave por el balcón?, se preguntaba.
- Dani, ¿estás? Agarrala, bombón
- Listo!
Dani llegó a ver que Lorena tenía puesta una musculosa negra sencilla, pero muy escotada.


Miércoles 30 de septiembre – 17:01 hs. Paula
- Che, estás muy tensa – exclama Camila, luego de masajear durante cinco minutos la espalda de Pau. – Estás llena de contracturas – agrega, y le da un beso pequeño en el cuello
- Y si, es de estar tanto tiempo enfrente de la computadora.
- Uyy, mirá. Toda dura. Acostate que sigo
- ¿Acá?, ¿te parece?
- Si, hermosa. Agarrá la lonita y acostate boca abajo – exclama Camila, con su tan frecuente tono imperativo
- Bueno – responde Pau, con una sonrisa pícara. Estaba disfrutando mucho los masajes de Camila

Paula se acuesta, e inmediatamente Cami se sienta sobre ella, con las piernas abiertas, y la comienza a masajear.
- ¿Por qué no te sacás el buzito, así es más cómodo? ¿O tenés frío?
- No, no, frío no… - responde Pau, que ya había entrado bastante en calor por el contacto con el cuerpo de Cami.

Camila la ayuda a sacarse el buzo y, con su chica ya en musculosa, continúa la sesión de masajes.
Presiona la zona cercana a los omóplatos, y luego va hacia el  trapecio.
Pau suspira, emitiendo un sonido similar a un gemido.

- ¿Qué son esos ruiditos, eh? – le pregunta Cami al oído. Pau se ríe.

Cami sigue con su tarea, bordeando la columna de su chica. Le levanta levemente la remera para continuar, a lo que Pau no se opone. En un movimiento rápido, introduce las manos por debajo de la remera, y comienza a acariciarle toda la espalda, desde el cuello hacia la cintura.
Se acuesta a su lado, y continúa tocándole la espalda. Finalmente se detiene en la cintura, y comienza a dibujar líneas horizontales con sus dedos.

Su dedo índice bordea el pantalón de Pau, y ella sigue sin poner resistencia. Cami juega colocando la punta de sus dedos bajo la bombacha de Pau, sin dejar de acariciarla.

Al cabo de unos segundos, su mano fue sutilmente invadiendo la ropa interior de Pau, y las caricias comenzaron a subir de tono…


Miércoles 30 de septiembre – 17:01 hs. Daniela
El living no era muy amplio, y tenía escasos elementos de decoración. Sólo había un cuadro imitación de Miró en una pared y un grupo de velas de colores pasteles en una mesita ratona.

Dani estaba sentada en la esquina de un sillón de tres cuerpos que ocupaba gran parte del ambiente. Junto a ella estaban dos amigos de Lorena, hablando y fumando. Lore les cebaba mate y reía continuamente. A veces se olvidaba de cebarle mates a Dani, quien casi no participaba de la charla.

Cuando Dani se preguntaba por tercera vez qué estaba haciendo ahí adentro, Lore le pidió que la acompañara a cambiar la yerba a la cocina, que quedaba a unos metros del living.
- Escuchame, ya se van estos tipos… - susurró
- Pero ¿quiénes son?
- Uno es mi dealer
- Ah bueno… ¿tenés un dealer?
- Es un conocido. Sólo podía venir hoy porque después se va de viaje. Y trae cosas re buenas, no podía perderme la oportunidad
- ¿Y el otro pibe?
- El otro es el novio
- No parecen putos – opinó Dani, mirándolos desde la puerta de la cocina - ¿Es todo gay en tu mundo?
- Jajaja. Últimamente sí
- Bueno, dale, cerrá la transacción de una vez. Echalos, que se vayan
- Qué ansiosa! – exclamó Lore, y le dio un beso con lengua, presionándola contra la pared


Miércoles 30 de septiembre – 17:33 hs. Paula
Tapadas por una lona que había llevado Camila, habían llegado a un clima y a una intimidad tal, que las hacía sentir que estaban completamente solas en el parque.

Pau estaba acostada de perfil, con el cuerpo de Cami justo detrás suyo. Cami le había bajado la bombacha hasta la mitad de sus piernas, y la estaba penetrando, cuidándose de que los movimientos no se notaran por encima de la lona. Pau se tapaba la boca con sus manos para evitar hacer ruidos.

De repente, Pau abre los ojos y le parece ver a un hombre escondido atrás de un árbol.

- Hay alguien espiando!
- Paulita, no paranoiquees…
- Es en serio! Salí, salí…

Paula se sube rápidamente los pantalones, y se sienta para mirar mejor.

- Ahí atrás está!

Camila se para con desgano, y se acerca al árbol, que estaba a una distancia de diez metros.

- ¿Atrás de aquél árbol? – pregunta Cami, dándose vuelta para mirar a Pau
- Se acaba de ir!! Mirá!
- ¿Dónde, Pau? Acá atrás no hay nada…
- Cami, se acaba de ir corriendo, lo ví!
- Linda, la gente no está pendiente de si hay dos minas solas besándose en una parte aislada del parque. Vos sos la que está muy nerviosa… A mí me pasaba lo mismo cuando recién empezaba a salir con mujeres
- ¿Podés dejar de creer que soy una pelotuda?
- No sos una pelotuda!
- Ya lo sé! Vos sos la que me tratás como una
- ¿Ah, sí? ¿Cuidarte y estar pendiente de vos es tratarte como una pelotuda?

Pau rompió en llanto.

- No, no es eso… es que vos no me bancás…
- ¿Yo no te banco? Pensá antes de hablar, Pau
- No me trates así! A vos te molesta todo. Siento que te da mucha bronca el hecho de que yo tenga diferentes tiempos que vos
- No es con vos… yo tengo un mambo con eso – dijo Cami, luego de una pausa, conteniendo las lágrimas
- ¿Qué mambo tenés? Lo podemos resolver juntas
- No, no lo podemos resolver juntas. No quiero hablar más ahora. Levantemos todo que te llevo a la facu, dale.


Miércoles 30 de septiembre – 17:33 hs. Daniela
Lorena le había bajado a abrir a sus dos amigos, y a Dani se le ocurrió esperarla acostada en la cama. Previamente se miró al espejo, se soltó el pelo y se sacó los zapatos.

Se escuchan pasos en la puerta, y ruido de llaves. Dani se excitó imaginándose el momento que se aproximaba.

- Daniii… - la llamó Lore, en forma de cantito
- ¿Qué, mi amor? Te estoy esperando…
- Vení a la cocina, mirá todo lo que compré

Dani se acerca, molesta. En la mesada había un grupo de diferentes bolsitas

- Tenés para elegir, hermosa… ¿Qué querés que tomemos?
- No tengo ganas de nada ahora, Lore. Vamos a la cama… - exclama Dani, agarrándola por atrás
- Dale, un pasecito antes… - insiste Lore, tomando la bolsita blanca
- Yo no quiero, me hace mierda. Y medio que me baja la excitación
- A mí todo lo contrario – exclamó, tocándose la nariz luego de consumir
Dani la miraba fijo
- Dale, probá esta que es muy buena
- Te dije que no me hace bien
- No te pongas histérica – exclamó Lore, mirándola a los ojos de manera sensual – Sacate esa remera
A Dani estaba empezando a chocarle la actitud de Lorena. Pero no podía evitar volverse loca con sólo escuchar su voz.


Miércoles 30 de septiembre – 17:49 hs. Paula
Camila abre la puerta del acompañante para que ingrese Pau al auto.
- Está bien, no hace falta… - exclama Pau
Cami no responde. Habían estado en silencio durante toda la caminata hasta llegar al auto.

Pone la radio y comienza a manejar. Pau mientras tanto miraba por la ventanilla. No podía ni mirar a Camila; estaba muy incómoda.
- ¿Qué rendías hoy?
- Ética
- ¿No querés repasar un poco? Lo podés hacer en voz alta, así yo te escucho
- No tengo ganas
- Si te va mal no acepto que me culpes eh… - comenta Camila, intentando hacer un chiste
- No te voy a culpar. Nadie me obligó a verte, yo lo decidí

Cami la toma de la pierna.
- Perdoname, no quería que te enojes. Es que no se si estoy preparada para salir con alguien nuevo
- ¿Qué? ¿No me querés ver más?
- No, no es eso… Dios, no sé ni lo que te digo
- …
- Otro día lo hablamos – agregó Cami, dándole una palmadita en la pierna
Pau volvió a girarse hacia la ventana, con un nudo de angustia en la garganta


Miércoles 30 de septiembre – 17:49 hs. Daniela
Dani estaba en corpiño, apoyada contra la pared con las manos detrás de la nuca. Lore la tomó de la cintura, y sin dejar de besarla la llevó caminando hasta el sillón del living.
Sin quitarse la ropa, le abrió las piernas y se acostó sobre ella en el sillón, para seguir besándola. Apenas Dani comenzaba a sentir que nunca la habían besado tan bien, Lore decidió continuar con el cuello. Intercalaba apasionadamente entre besos, lamidas y mordiscos.

- Ni se te ocurra dejarme un chupón… – advierte Dani
- Tarde – responde Lore, sonriendo
- No seas hija de puta – exclama Dani, mordiéndose el labio inferior y tomando el cuerpo de Lore para acostarlo en el sillón y así cambiar de roles. – te voy a hacer lo mismo, a ver si te gusta
- Me tenés que pedir permiso antes – responde Lore, entre besos y suspiros
Dani se ríe y sigue besándola por todas partes. Introduce su mano por debajo de la remera de Lore, y la acaricia por sobre su corpiño de algodón.

Lore se saca la remera y el corpiño en un mismo movimiento. Dani se vuelve loca; desde la primera vez que habían estado juntas hasta el día de hoy, había estado recordando constantemente sus pechos, para ella tan perfectos. Acercó sus labios a uno, y con una de sus manos pellizcaba el otro.

Luego le baja el pantalón. Quería tenerla completamente desnuda, para ella.
Lore, que ya estaba notoriamente afectada por los efectos de la sustancia recién consumida, la agarra de la nuca…
- Matame – susurra en su oído

Dani, como poseída, termina de bajarle la bombacha. Lore se sienta en el sillón, le da un beso profundo en la boca, y se pone en cuatro patas.
Dani titubeó por un instante. Nunca había penetrado a otra mujer. Pero decidió dejar esos pensamientos de lado, y siguió adelante…
Se estremeció al sentir lo mojada que estaba su chica. Introdujo el dedo índice en su vagina, luego el otro, y empezó a tomar ritmo. No podría creer lo que estaba haciendo
Lore suspiraba muy fuerte, por momentos gritaba.
Daniela sentía que nunca había estado tan caliente en toda su vida.

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