sábado, 11 de septiembre de 2010

Crónicas D y P - Entrega N°6 -


Martes 29 de septiembre – 00:12 hs. Paula
- ¿Estás segura de que dejan entrar a telos a dos mujeres juntas?
- Obvio, Pau… - responde Camila, experimentada en el tema.
- ¿Hablás vos con el tipo del hotel, mi amor?
- Que lindo que me digas mi amor… Si, ya sabés que voy a hablar yo
- ¿Qué edad tenés, Cami?
- 24
- ¿Y a qué edad empezaste a estar con chicas?
- Ya llegamos, es acá. En respuesta a tu pregunta, estuve desde siempre con chicas.

Abren la puerta de hotel y Camila conversa con el empleado.
- Buenas noches. ¿Qué te queda para turno?
- Tengo una habitación suite por $90, o la de…
- OK, dame la suite – interrumpe Camila
- Bueno, es la habitación número 12. Arriba a la izquierda.

Mientras suben las escaleras abrazadas, Pau, inquieta, continúa con sus preguntas:
- ¿Entonces vos nunca estuviste con un chabón?
- Hermosa, no es momento para hablar de esto ahora – responde Cami, y le toma la mano dulcemente mientras caminan por el largo pasillo hacia la habitación 12.


Martes 29 de septiembre – 00:12 hs. Daniela
Luego de las confesiones, Dani y su hermano estaban acostados en la cama de una plaza, fumando un cigarrillo tras otro. Tenían los ojos llenos de lágrimas. Se sentían más unidos que nunca.

- Bueno, podemos ir a bailar juntos ahora!
- ¿A lugares gays?
- No boluda, al zoológico
- Pero esos lugares…
- “Esos lugares”, así como los llamás vos, te van a encantar – exclama Sebastián, muy gestualmente
- No me hables como nenita
- ¿Nenita, yo? – responde Sebastián, y le pega una trompada en el brazo a su hermana
- Tarado, me dolió!!
- Si yo soy nenita vos te vas a transformar en un chongo horrible
- Yo nunca voy a ser chongo
- Si, de a poquito te vas a empezar a vestir de varón y no te vas a depilar más
- Callate!!
- Callate vos, Daniel!
- Jajaja. Te odio


Martes 29 de septiembre – 00:18 hs. Paula
Pau y Camila estaban acostadas en la cama del hotel, todavía con ropa. Cami estaba encima de ella y la tocaba por encima del jean mientras le besaba el cuello. Pau estaba muy caliente.

- Sacame esto por dios – ordena Paula, tironeándose del pantalón
- Shhh - Camila sonríe y la sigue besando. Luego le saca la remera y le desabrocha el corpiño, pero no se lo quita del todo.

Baja del cuello a los hombros, luego hacia el pecho, y mete sus labios dentro del corpiño a medio salir.
Paula tironea de su corpiño y se queda mirando a Camila jugando con sus tetas. Las lamía, las tocaba, las mordisqueaba suavemente. Pau se estaba volviendo loca. Su cuerpo estaba a merced de Camila.

En el hotel, sonaban de fondo melosos acordes de Ricky Martin y Chayanne, uno tras otro.
Camila estira una mano y apaga la música de un golpecito en el tablero.
- Tenía que sacar esa mierda… - susurra, y ambas ríen
- Te quiero ver – exclama Pau, apoyando su espalda contra el respaldo de la cama, y quitándole la remera a su chica.
Camila se desabrocha el corpiño y lo deja caer. Pau agarra sus pezones entre sus dedos pulgar e índice, y los aprieta sutilmente. Le llamó especialmente la atención lo hermosas y paraditas que eran sus tetas. Camila la agarra de la nuca y lleva la boca de Pau hacia ellas.


Martes 29 de septiembre – 00:18 hs. Daniela
- Hablando en serio… ¿Vos qué pensás? ¿Ahora que me gusta una mina no hay vuelta atrás?
- En los hombres es bastante extremo. Una vez que reconociste que te gustan los hombres, primer paso, que luego decidiste experimentar, segundo, y que encima te gustó… pff… poquísimos vuelven.
- Quizás en las mujeres hay más bisexualidad, ¿no?
- Supongo que sí. Hoy en día cada vez más minas dicen que estarían con otra mujer, para probar. Pero bueno vos sos re-torta, reconocelo.
- No se puede hablar con vos, te mataría!
- Bueno, a ver, ya que querés que te haga un torta-test, te tiro una pregunta. ¿Vos estarías de novia con una mujer?
- No!
- ¿Y si es Lorena?
- Ah, si es ella quizás sí…
- Bueno, pensá antes de responder entonces! A ver, otra: ¿Podrías prescindir del sexo con hombres?
- Creo que sí, ese sería el tema más insignificante
- ¿Insignificante? No habrás tenido buenos amantes…
- Yo estuve con bastantes tipos, Sebas. Le he pasado bien pero nunca me sentí sexualmente plena. Creía que era porque no había encontrado a la persona correcta, pero quizás el problema es que me equivoqué de sexo…


Martes 29 de septiembre – 00:40 hs. Paula
Ambas completamente desnudas, habían encontrado un ritmo y un entendimiento poco probable para ser la primera (¿o segunda?) vez que estaban juntas.

Ahora Paula tenía el control. Tomó a Camila de los tobillos y los posó sobre sus hombros, quedando el sexo de Camila en un ángulo de perfecto alcance. Comenzó jugando con su clítoris, pero duró tan sólo algunos segundos porque no aguantó su impulso de penetrarla.

Le encantaba.
Le encantaba verla moverse.
La llenaban de pasión sus ruidos.
Alucinaba con sus caras. La volvían loca tanto su expresión de placer, como el gesto de calentura y concentración que ponía al tocarla.

Sintió ganas de estar aún más cerca. Acercó su boca lentamente a la entrepierna de Camila y la besó, la besó por los costados, luego siguió con su lengua hasta pasarla por entre sus labios.
Había llegado el momento de hacerle sexo oral a su chica, y no sabía cómo hacerlo. Por primera vez desde que habían llegado al hotel, ese pensamiento la detuvo en seco y la avergonzó. Prefirió dejar el tema para la próxima vez y volvió a subir con su boca hasta un lugar más seguro: sus tetas.


Martes 29 de septiembre – 00:40 hs. Daniela
Sebastián se había ido a su cuarto, y Daniela se había quedado sola en la cama, con un vaso de Coca-Cola a su lado, y la televisión prendida. Casualmente, había enganchado una repetición de “The L Word”.

Le suena el celular. Lo va a buscar sin apuro, suponiendo que era Germán.
Pero sucedió algo menos predecible: era Lorena quien estaba llamando.

- Hola! – atiende Dani, no pudiendo ocultar su entusiasmo
- Hola mi amor… - responden del otro lado de la línea, con mucho ruido ambiente
- Lore, ¿Cómo estás? ¿Te pasa algo?
- Es que ya encontré la solución! – responde Lore, con una voz claramente diferente a su tono de siempre. Estaba muy ebria o bajo el efecto de alguna otra sustancia. O de varias.
- ¿Qué solución? ¿De qué hablás?
- La solución para nosotras! Tenemos que hacer un trío con Carla! – responde Lore, con un balbuceo casi inentendible
- Boluda, ¿qué tomaste? Estás diciendo incoherencias
- Es que vos no entendés!!
- Entiendo más de lo que vos creés, Lore – responde Dani, sabiendo que al día siguiente Lorena se iba a olvidar de sus palabres
- Van a estar las dos contenta así!
- Yo no te quiero compartir con nadie, yo quiero que seas mía – exclama Dani, probándola. Esperaba oír una respuesta sincera viniendo de alguien en ese estado.
- Uy, uy pará, ahí vuelve Carla!
- ¿Pero dónde estás?
Lore corta el teléfono antes de concluir la frase.



Martes 29 de septiembre – 12:04 hs. Paula
Pau estaba en el trabajo, absorta en sus pensamientos. Miraba la pantalla de la computadora pero su mente había quedado en la cama de ese hotel de la calle Anchorena.

Pensar que el día anterior a la misma hora había estado deliberando si escribirle o no a esta tal Camila, que ni conocía (o no recordaba conocer), y unas horas después estaba matándose entre sábanas con ella. Siguiendo sus impulsos. Había tenido el mejor orgasmo de su vida, y con él una revelación, que ella no quería ver.

Estaba nerviosa y ansiosa, como siempre. Comía del paquete una aburrida galletita de agua tras otra, mientras se movía de celda a celda en su archivo Excel, simulando trabajar.

Se levanta para ir al baño. Se mira al espejo: había señas en su rostro que delataban que no había pasado una noche tranquila y habitual. Ojeras, algunos rastros del maquillaje de la noche anterior, los labios más rojos que de costumbre… siempre le quedaban así después de besar mucho a alguien.

Luego se da vuelta para dirigirse a un cubículo, y ve a través del rabillo del ojo una marca roja en su espalda. Observa más de cerca: era un rasguño de 5 centímetros. Un pequeño souvenir que había dejado Camila en el cuerpo de Paula.

¿Y si alguien le preguntaba qué había hecho la noche anterior? ¿Cómo iba a mentirles a sus compañeros de trabajo? Había algunos que tenían su edad y sus mismos códigos, si Pau les mentía se iban a dar cuenta; no era tan fácil como inventarle historias a mamá.
“Si se enteran me muero” era el pensamiento que se repetía en la mente Paula.


Martes 29 de septiembre – 12:04 hs. Daniela
- Rubia, traeme un menú ejecutivo por favor. – solicitaba un joven cliente a Dani.
Odiaba que le digan “rubia”, y más aún cuando se lo decía gente desconocida.
- Sí, señor, ya se lo traigo – responde Dani, tratando de marcar distancia.

El lugar estaba repleto, y Dani era la única camarera trabajando. Carla ni le dirigía la palabra. Parecía estar de mal humor. Quizás había tomado de lo mismo que tomó Lorena la noche anterior y su mal gesto se debía a la resaca.

De golpe Lore entra casi corriendo al local, con una gorrita blanca con visera y unos lentes de sol que le cubrían toda la cara.
- Buenas
Estaba llegando más de una hora tarde. Dani observó especialmente la reacción de Carla apenas Lore pasó a su lado. Con los brazos cruzados, la había mirado con una expresión de entre desprecio y reproche.

Dani fingió que iba al baño y subió a los vestidores un minuto después que Lorena.
- ¿Qué pasó? Que carita que tenés…
- Estoy destruída, no sé cómo vine
- ¿Qué tomaste, boluda?
- De todo… No me pude controlar.
- Se te escuchaba bastante dada vuelta… ¿vos te acordás de algo?
- ¿Del llamado? Si… algo me acuerdo
- Decime que te arrepentís y pensás que es un delirio
- ¿Lo del trío? Jaja. Ojalá fuera tan simple conformar a varias personas a la vez
- ¿Conformar? Vos tenés que hacer lo que sentís!

Se escuchan pasos en la escalera. Dani supone que es Carla en plan de monitorear a Lorena, y se apura a salir antes de que ella llegue, para evitar sospechas.


Martes 29 de septiembre – 13:01 hs. Paula
Mensaje de Camila: “Bajás? Estoy en la puerta de tu laburo”
A Pau se le hizo un nudo en el estómago. Se sintió invadida, le molestó la aparición sorpresiva de Camila.
“¿Qué hacés por acá?. No puedo ahora”
“Justo andaba por acá… Dale, bajá un ratito”
Pau agarra su celular y su tarjeta de entrada y baja.
- Hola, linda!
- ¿Cómo estás? – responde Pau, tratando de disimular su incomodidad
- Ahora bien, porque te veo a vos. Me encantás vestida de oficina. – susurra en el oído de Pau
- Acá no, Cami, te lo pido por dios – responde Pau, tensa
- Nadie te mira, hermosa, la gente está en su mundo ¿no ves?

- Hola, Paulita!
- Hola, má… me había olvidado que almorzábamos hoy – saluda a su madre sin poder disimular la incomodidad. Habían quedado en que la pasaba a buscar por la puerta del banco alrededor de las 13:00 horas.
- ¿Te pasa algo mi amor?
- No, no… Mami, ella es Camila…
- Hola –  la saluda con un beso
- … compañera de trabajo
- Compañera de la facultad
Responden Cami y Pau, al unísono.

Si hace un minuto Paula estaba incómoda, ahora deseaba con convicción que la trague la tierra.
- ¿Compañeras de trabajo y facultad? Qué raro que nunca la ví por casa
- Es que no cursamos las mismas materias – responde Cami con rapidez, tratando de ayudar a Pau a manejar la situación.


Martes 29 de septiembre – 13:01 hs. Daniela
- Perdoname pero me da mucha curiosidad… ¿dónde estabas ayer?
- En la casa de un amigo… un delirante. Siempre hace fiestas, donde pasa de todo y se consume de todo. La llevé a Carla porque ella insistía en conocer “esta parte de mi vida”
- ¿Y? ¿Qué opinó?
- No le gustó, para nada. Hubo algunos detalles que yo había omitido comentarle – responde Lore, con una sonrisa traviesa
- ¿Y está enojada ahora?
- Eh… digamos que sí. Pero tiene sus motivos.
- ¿Qué te mandaste ahora?
- Ella se quería ir porque no le gustaba la onda que se había generado, pero yo estaba totalmente ida y la ignoré, la dejé que se vaya sola.
- Uff. Yo te mato si me hacés eso. ¿Le pediste disculpas?
- No, si ni me dirige la palabra! Igual está bien, ella me tiene que ir conociendo. Yo soy así y no voy a cambiar por ella.
- ¿Por nadie cambiarías?
- Todavía no llegó nadie que me mueva suficientemente el piso. Así que no lo sé.
- ¿Nunca nadie?
- Nunca, nunca – responde Lore, y le da un piquito a escondidas antes de continuar atendiendo las mesas.


Martes 29 de septiembre – 17:12 hs. Paula
Paula se dirige a la máquina de café, a buscar su tercer cappuccino del día. En su piso casi nadie tomaba café de esa máquina, las infusiones tenían un sabor y una textura que generaban desconfianza. Pero a Pau no le importaba.

Cuando vuelve a sentarse en su escritorio, el messenger la recibe con una sorpresa: gab1982@hotmail.com se ha conectado.

- Apareciste… - exclama Pau en voz baja
- Che, el café la hizo hablar sola – exclama Carlos, un compañero, dirigiéndose al cadete de la oficina, que justo pasaba por ahí
- Yo te dije, Pau, que es radioactivo – agrega el cadete, con una expresión burlona de advertencia
- Shhh – responde Pau, sin quitar los ojos del monitor

*Gab     A QueStiOn of TIME dice: hola linda…
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: que hacés?
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: al fin te encuentro por acá!
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: quería aclarar las cosas, pero no tengo tu celular!
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: y que me querés aclarar? los hechos hablaron por sí solos
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: yo no te conté la verdad de la historia porque quise quedar bien frente a vos
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: pero a mí Victoria me sigue moviendo el piso
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: la vi ese día, y no pude hacer otra cosa que acercarme
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: aparte habíamos hablado hacía poco y yo sentí que había una esperanza…
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: esperanza? de qué?
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: de que volvamos a estar juntas

Pau se molestó con la respuesta y dejó de responder. Estaba muy susceptible ese día.
Pero Gabriela quería contar su final feliz:
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: y tenía razón
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: volvimos, Pau! lo estamos intentando de nuevo


Martes 29 de septiembre – 17:12 hs. Daniela
Daniela se dirigía a su casa mirando hacia abajo, concentrada en sus pensamientos y debates internos. Pensaba en Lorena, trataba de entenderla. Imaginaba qué podía hacer ella para cambiarla. Trataba de deducir cuál era su lugar en el mundo de Lorena…

- Hola, mi amor! – la saluda Germán, con una sonrisa.
Estaba parado en la puerta de su casa, bien vestido, peinado y perfumado. Sus ojos revelaban emoción por el encuentro, y su cuerpo destilaba ansiedad, por la sorpresa que le estaba dando a su novia.

- Hola, gordito! Qué raro verte por acá! – Germán nunca iba a la casa de Dani, era ella la que siempre se movilizaba.
A Dani le surgió un sentimiento de culpa porque en las últimas horas no había dedicado ni un minuto de su tiempo a pensar en la pelea con Germán. Estaba claramente con la mente en otra cosa…

- Es que necesitaba verte… Lo pensé y creo que tenés algo de razón en lo que me dijiste. Estuve un poco egoísta, pero lo voy a cambiar. Te prometo que lo voy a hacer – escuchar estas palabras de la boca de Germán eran algo inédito.

Dani se queda un segundo en silencio. Y se pregunta, retóricamente, ¿por qué los cambios positivos en la pareja vienen cuando uno ya no los necesita?

Pero a la vez, una parte de ella se enterneció por la reacción de Germán.
- Sos hermoso – exclamó, antes de besarlo y abrazarlo fuerte.


Martes 29 de septiembre – 17:46 hs. Paula
Pau había dejado de responderle a Gabriela. Si bien no estaba enganchada con ella, se sintió traicionada. Era la primera mujer con la que se relacionaba en el ambiente, y no sólo le había mentido para generarle interés, sino que además no la había cuidado. Había insistido en llevarla a un lugar del ambiente, para al cabo de una hora dejarla completamente sola, un poco tomada y llena de miedos…

Por orgullo, decidió contarle como terminó aquella noche para ella. Quería generarle celos y bronca.

(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: sabés qué? me alegro de que me hayas dejado tirada el sábado. fue para mejor
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: ah sí? cómo es eso?
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: conocí a una chica hermosa, y ahora estamos saliendo
Pau no sabía si estaban saliendo o no, o si estaba convencida o no de esa relación, pero quería quedar bien parada frente a Gaby.

*Gab     A QueStiOn of TIME dice: en serio, Pau? me pone contenta por vos!!
Lo peor era que Gaby sonaba sincera; Pau no había cumplido con su cometido.

*Gab     A QueStiOn of TIME dice: cómo se llama? quizás la conozca
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: Camila
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: es morocha, alta, pelo corto, lindo cuerpo?
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: exactamente así. no me digas que la conocés…
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: cara muy linda
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: look medio loco
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: mucha actitud?
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: si, boluda!!!
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: bueno, pará, hay muchas chicas así en el ambiente
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: no creo que sea la Camila que conozco yo, porque ella no sale con bisexuales. tuvo una novia así y la hizo sufrir tanto que nunca más quiso estar con otra chica de las “nuevas”, las que recién empiezan y no saben lo que quieren…
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: pero yo no sé si soy bisexual!
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: bueno, no cambiemos de tema. ya verás lo que sos, lo que no sos
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: ya sé cómo podemos saber si es la q yo conozco o no. tenés el celular? termina con 4391?
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: si! no lo puedo creer. estuviste con ella???
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: no, tranquila… pero una amiga sí. en un momento salíamos de a 4: mi amiga, Cami, Victoria y yo. es copada
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: la put* madre, se conocen todas!
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: jaja así es mi niña…
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: bueno, me tengo que ir a la facu, llego tarde
(*) Pau (*)     /AT WORK/     dice: después hablamos… mirá que necesito tu información, eh!
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: vaya, vaya… en otro momento hablamos


Martes 29 de septiembre – 17:46 hs. Daniela
Daniela y Germán entran a la casa. Estaba Sebastián de espaldas a la puerta, tirado en el sillón viendo televisión.
- Acá llegó la tort…!
- Sebas! Vine con Germán – interrumpe Dani, levantando el tono de voz
- ¿Qué decís? Ojo con insultar a mi novia – responde Germán, saludándolo con un simpático y muy masculino apretón de manos.
Sebas responde el saludo, con una sonrisa forzada.
Atrás de Germán, Dani le pedía a su hermano con gestos que por favor se recatara.

- ¿Querés tomar algo, amor?
- No, gordita, vayamos al cuarto…

Ya en la habitación, Dani deja su bolso, se ata el pelo y se quita las zapatillas y los aros. Luego de tres años de relación, a ella no le importaba estar linda para él. Menos en ese momento…
- Vení, sentate al lado mío, amor
- ¿Qué pasa, Ger? Me quiero poner cómoda
- Tengo una buena noticia. Mi viejo ya tiene un laburo en vista para vos. De 9 a 18, oficina, buena plata, nada de llevar bandejas, encargadas mala onda y findes ocupados.
Dani se puso pálida de repente.
- Pero…
- ¿Pero qué, gorda? ¿Qué pensás?
- Que no sé si es este el momento – respondió, luego de una pausa
- Mi amor… tenés que avanzar en la vida. No te podés estancar ahí…

A Dani se le llenaron los ojos de lágrimas. Era un estilo de trabajo que hace tiempo que tenía ganas de hacer, pero le resultaba difícil conseguir. Además, estaba agotada de trabajar todos los fines de semana, y la paga no era buena tampoco.

Pero, por otro lado, el trabajo actual le había permitido abrir una puerta que no se quería cerrar. El camino lo había iniciado Lorena, casi sin querer. El solo hecho de pensar en dejar de verla le generaba un hueco de angustia en el estómago.


Martes 29 de septiembre – 22:11 hs. Paula
Paula llega a su casa. Saluda rápidamente a sus padres, que ya habían terminado de cenar, y se dirige, sin escalas, a su computadora.

Le habían dado en la facultad la última nota que le faltaba: otro repruebe. Pensar que hacía uno o dos años les daba a los estudios una prioridad absoluta; era muy exigente, y siempre estaba dentro de los mejores promedios.

Espera que se inicie la pc gruñendo por dentro, porque hacía algunas horas que no recibía señales de vida de Camila.
De repente comienzan a sonar los acordes de “Cherry Lips”, uno de sus temas favoritos. Teléfono. Era Flor, su compañera (y mejor amiga) del secundario.

- Pau! ¿Cómo estás?
- Todo tranquilo, vos? – responde Pau con desgano
- Bien, en el cumpleaños de Rocío! ¿Estás viniendo para acá?
- Ay! Boluda, me olvidé que era hoy!
- ¿Cómo que te olvidaste? Si habíamos arreglado todo! Hasta me dijiste que ibas a faltar a la facultad para llegar más temprano…
- Tenés razón, perdoname Flor… decile que me siento mal, o algo así, por favor.
- Pau, no sé qué te pasa. Hace meses que estás totalmente ausente. Te juro que ya no sé qué pensar.
- En otro momento te lo cuento, Flor. Por favor no le digas a Rocío que me olvidé…
- Le voy a decir la verdad. Ella tenía muchas ganas de que vengas. Y ¿sabés qué? Yo también. Pero evidentemente a vos no te pasa lo mismo.
- No me digas eso, no te enojes!
- Chau, Pau. Hablamos otro día

Paula deja el teléfono sobre la cama, y agarra un turrón que tenía a mano. Se queda sentada comiéndolo, mirando a la nada.

Era cierta la acusación de Flor… estaba ausente. Pero ausente en su vida rutinaria, no en su nueva vida. No con su nueva gente. No en su nuevo mundo, antes sólo virtual, ahora concreto.
Su sexualidad predominaba por sobre todas las cosas. La culpa, la inseguridad, la curiosidad y la indecisión que le generaba eran demasiado fuertes como dejar espacio en su mente para otras cosas.


Martes 29 de septiembre – 22:11 hs. Daniela
- Bueno, gorda, mi viejo no te va a apurar. Es sólo un ofrecimiento, vos tomás la decisión final, cuando quieras.
- Me va a costar irme de ahí. Tengo amigas, y un sentimiento de pertenencia que…
- Okey, amor! Ya me lo dijiste. Bajá la ansiedad, hermosa…
- No estoy ansiosa!!
- Gorda, basta. ¿Querés que salgamos a despejarnos un rato?
- ¿Dónde querés ir, un martes…? – responde Dani, con un dejo de desprecio en su expresión
- Hace mucho que no vamos a un hotel. Podemos ir y reconciliarnos oficialmente… - exclama Germán con una sonrisa, acercando su cara hacia Dani, y mirándola a los ojos

- Por Dios – exclamó Dani, para sus adentros. Lo último que quería era tener relaciones con Germán. Pero a la vez le daba pena, con lo bien que se había portado él…

- ¿Te parece, mi amor?
- Si, gordita, la vamos a pasar bien, vas a ver. Me voy a encargar especialmente de eso. Vos no vas a tener que hacer nada.

- Uf… no tengo excusa

- Me lo estás vendiendo muy bien, ¿cómo negarme? – bromea Dani, y ambos ríen.
- Tengo reservada la suite que te gusta a vos en el de Anchorena
- ¿Cómo es eso? ¿Ya sabías que te iba a decir que sí? Qué fácil soy…
- Jajaja. Jamás diría eso. La reservé por las dudas. Ah, y contraté a una chica para que nos acompañe esta noche…
- ¿Qué?!!!
- No, eso es mentira. Quería ver tu reacción. – responde Germán, con una mueca de burla. Si supiera…

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