sábado, 11 de septiembre de 2010

Crónicas D y P - Entrega N°3 -


Sábado 26 de septiembre – 12:30 hs. Paula
Luego de haber dado vueltas en la cama toda la noche sin poder pegar un ojo, Paula se levanta a almorzar por insistencia de su madre.
Sus padres tienen entre 63 y 66 años; Pau es su única hija, y ellos la consideran su principal proyecto. Si hubieran nacido en otra época seguramente habrían casado a la fuerza a su hija a los 15 años con algún señor mayor adinerado, sintiéndose los mejores padres del mundo por ese hecho.

Ya en la mesa, Paula se sentía muy ansiosa y culposa por las sensaciones que estaba experimentando, por lo cual ingirió la comida compulsivamente y en grandes cantidades.
- Si seguís comiendo así no vas a conseguir ni un tipo. A los hombres no les gustan las gordas. – exclama el padre.
- A ella lo único que le importa es estar a la moda. ¿Viste que ahora todas las chicas se hacen las lesbianas para llamar la atención?. Lo único que nos falta!
- No sé cuando va a madurar de una vez…

Ante semejante complot de sus padres, Paula se levanta de la mesa y se dirige dolida y enojada  su cuarto.
No paran de generarse en su cabeza miles de pensamientos contradictorios, sumados a muchas dudas e incertidumbre. Se siente perdida, y necesita hablar con alguien coherente de manera urgente. El problema es que su círculo es muy cerrado, y no la entenderían…


Sábado 26 de septiembre – 12:30 hs. Daniela
Daniela abre los ojos lentamente. Siente que la tocan, que le aprietan las lolas. Tarda 5 segundos en reaccionar y darse cuenta de que está durmiendo con su novio, y es él quien la está acariciando.
- Salí, Germán!
Se pone boca arriba, mirando fijamente el techo. Todo le da vueltas.
- Ah encima no querés coger. Es lo mínimo que podés hacer para recompensarme por lo que me hiciste anoche.
- Amor, me siento mal, no puedo ahora
- Sos una borracha de mierda. Toda la noche en ese bar, y cuando salís en lugar de venir a verme te vas a otro bar a emborracharte!
- Yo laburo en ese bar, Germán! No te olvides que mi vida no está tan acomodada como la tuya, y que yo sí tengo que laburar!
Dani mira la hora en el reloj de pared. Abre su celular para ver en sus notas el horario de entrada de hoy.
- Entro a las 13:00 hoy!!! Me quiero matar!
- Faltá y quedate conmigo
- No puedo faltar, Germán! Me tengo que ir corriendo
- Pegate una ducha antes, no podés salir con esa pinta. Estás rara eh, siento que me mirás diferente.
- Basta, amor! Después hablamos


Sábado 26 de septiembre – 13:22 hs. Paula
Paula se conecta al Messenger.
Apenas la ve conectada, le habla una ex compañera de colegio:
** FlorChiSSS (L) dice: paulitaa vamos a tomar mate a plaza francia con las chicas, venís?

Pero Paula no está de ánimos para responder. Ella hace tiempo que quiere separarse de su grupo de la secundaria. Las considera falsas y superficiales.

Al rato, se decide a agregar a Gabriela, su amiga de chat de la noche anterior. Es la primera mujer lesbiana que agrega a sus contactos.

Pero Gabriela no está conectada. Pau hace tiempo mirando televisión, pero a la vez no quita su atención de la pantalla de su computadora. Está ansiosa por hablar con ella.

Al rato se cansa de esperar, y se acuesta nuevamente en la cama. No para de imaginarse cómo será esta tal Gabriela. La imagina morocha, de pelo cortito, con lindos rasgos y una voz sensual. Piensa en cómo será el contacto con su piel, cómo será su boca, en cómo besará…
No tardó más de unos minutos en posar la mano sobre su bombacha y sentirla húmeda. Excitada, baja su bombacha hasta la entrepierna y comienza a estimularse.

La interrumpe un sonido del Messenger: gab1982@hotmail.com se ha conectado.


Sábado 26 de septiembre – 13:22 hs. Daniela
Dani llega al bar, se cambia rápidamente en el baño y comienza a atender; el lugar nuevamente está repleto.
Busca continuamente a Lorena con los ojos, pero no la ve.

- ¿Lore viene hoy? – le consulta a Carla, la encargada
- No, llamó para decir que estaba descompuesta.
- Ah…
- ¿Y vos por qué ponés esa cara? Parece que te pusiera triste que no venga… - exclama Carla con una sonrisa burlona

Daniela no le responde, y continúa atendiendo con un nudo en la garganta. Tenía muchas ganas de verla, pero a la vez contradictoriamente siente alivio… le iba a generar mucha timidez mirarla a los ojos luego de lo acontecido.

Cuando se empieza a ir la gente, de un impulso toma su celular y marca el número de Lorena. El teléfono suena varias veces hasta que atiende la casilla de mensajes. Repite la llamada varias veces, sin respuesta.

Cuando se dispone a efectuar el quinto llamado, se había quedado sin batería en el celular. Prueba llamarla desde el teléfono del bar, el que siempre usa la encargada, comunicación a la cual Lorena atiende inmediatamente.

- Hola
- Lore, soy yo! ¿Por qué no me atendías?
- Eh… Dani, es que estaba durmiendo
- No te creo, no tenés voz de dormida. No me atendías porque era yo!
- …
- Y ahora no me respondés! ¿Qué pasó, te molestó algo de ayer? ¿Te arrepentís?
- Lo de ayer fue una pelotudez. Fue un juego, y va a quedar acá. ¿Está bien?!
- Obvio que fue una pelotudez, ¿quién dice lo contrario? Te dejo dormir Lore, me parece que te levantaste rayada.

Daniela corta el teléfono sin despedirse. Se apoya contra una pared del bar y siente enojo consigo misma porque no puede lograr que el hecho le genere indiferencia.


Sábado 26 de septiembre – 15:10 hs. Paula
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: queres una foto mia? a ver ahí te mando
(*) Pau (*)            dice: sabes que te imaginaba con el pelo cortito?
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: mira vos…
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: no te parece bien q nos veamos asi nos dejamos de conjeturar?
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: dale. tenes que animarte de una vez a salir con una chica
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: nos tomamos unas cervezas, un café… sin compromiso
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: hey no me dejes hablando sola de nuevo!

Paula se queda dura ante su computadora. Se siente confundida y miedosa, pero la adrenalina la supera:
(*) Pau (*)            dice: bueno
(*) Pau (*)            dice: hoy tipo 23:00 en santa fe y callao?
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: eso quería escuchar! perfecto, me queda bien
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: vos me vas a tener que reconocer a mi… yo no vi todavía una foto entera tuya…
*Gab     A QueStiOn of TIME dice: no me vas a dejar plantada, no? jaja

Pau festeja interiormente su posibilidad de escape, la hace sentir más libre frente a la decisión.
(*) Pau (*)            dice: nooo como te voy a hacer eso. nos vemos ahí! besos!


Sábado 26 de septiembre – 15:10 hs. Daniela
Luego de la llamada, Dani siguió atendiendo las mesas con una tristeza poco disimulable, pero siempre mantuvo la cordialidad con los clientes.

- Daniela, cambiá la cara, no podés atender así a la gente. –exclama Carla, la encargada. - ¿Qué te pasa? ¿Estás triste porque no vino tu amiguita?
Carla era una persona bastante antipática, parecía resentida por algo. A la única persona que trataba bien era a Lore; según esta última era porque “sabía que no la podía joder”, dado que Lore era la moza más antigua del bar, y tenía buena relación con los dueños.

- No, Carla, nada que ver. Perdoname, es que me duele un poco la panza.
- Bueno, disimulá, si? Y tomate algo

Dani contaba los minutos para que finalice la jornada, mientras insultaba a Carla por dentro. Si bien nunca fue especialmente agradable con Dani, nunca la había tratado así hasta ahora.

Cuando finalmente llegó el momento de irse, Dani aguardó detrás de  Carla a que ésta corte el teléfono; para saludarla y recibir la propina del día.
La encargada hablaba con una voz extrañamente tierna y sumisa, por lo cual Dani no quiso interrumpirla, pero se quedó escondida cerca de ella porque le dio curiosidad la conversación.

- Bueno, pero ¿no me lo vas a hacer más, no? Me pongo loca si no se dónde estás (…) Si, tenés razón, a veces exagero. (…) Es que no puedo vivir sin vos. (…) Yo también te extraño, hermosa (…) Chau, un besito

De la sorpresa, Dani se fue corriendo hacia al baño para que Carla no la viera, y cuando se desvaneció la pícara sonrisa de su rostro, volvió al encuentro con su encargada.


Sábado 26 de septiembre – 22:15 hs. Paula
Esa noche Pau se probó al menos 15 remeras, mientras su angustia oral la hacía picar papas fritas de un paquete, hasta que lo terminó.

Cuando faltaban cinco minutos para irse, tuvo la brillante idea de tomar un vaso de cerveza antes de salir, para aflojarse un poco. Abrió la heladera, y no quedaba ninguna botella. Inmediatamente se dirigió a la alacena donde su padre guarda algunas bebidas blancas y licores: quedaba solo licor de menta y amaretto, ambos intomables para ella.

Enojada, vuelve a su cuarto para agarrar la cartera, sale de su departamento y avanza hasta el ascensor. Cuando sube se mira al espejo, y siente que no se halla en él. Su expresión estaba diferente, le brillaban los ojos. Le gustó mucho esa imagen que le devolvía el espejo; la hacía sentirse muy atractiva.


Sábado 26 de septiembre – 22:15 hs. Daniela
- ¿Que comemos, Ger? ¿Pedimos una pizza? Yo no tengo mucha hambre igual…
- Yo tengo hambre de vos
- Pero no podemos, amor… Están tus viejos
- Nunca te importó que estuvieran ellos. ¿Qué te pasa, estás arisquita? –dijo Germán mientras cerraba la puerta de su cuarto con llave y subía la música para evitar que se escuche desde afuera. – Quiero ver esas tetas

Daniela se desabrochó la camisa que tenía puesta, y su novio le quitó torpemente el corpiño. Comenzó a lamer y mordisquear sus pechos fervientemente, pero Dani no lograba excitarse.

Al cabo de unos pocos minutos, vino a su mente la imagen de Lorena. Cerró los ojos, e imaginó que estaba teniendo sexo con ella. Se calentaba recordando su boca, su expresión siempre provocadora, sus besos tan bien dados…

- Amor, mirá como estoy… bajá un ratito, dale… – solicitó Germán, cortándole la inspiración


Sábado 26 de septiembre – 23:00 hs. Paula
Ya era la hora del encuentro. Paula estaba muy inquieta. Le suena el celular:
- Hija, ¿dónde estás? Llegamos con tu padre y no estabas, no dejaste ninguna nota!
- Ay ma, me olvidé de avisarte. Salgo con un chico hoy, no sé a qué hora vuelvo – dice Pau la primera mentira que se le ocurre
- ¿Con un chico? ¿Tenés una cita? Qué alegría, hija! No te interrumpo más, pasala lindo! No te hagas problema por la hora de vuelta.
- Eh… Gracias ma… un beso

Con una sensación de culpa y de estar haciendo algo incorrecto, Pau se arrepiente del encuentro y se aleja rápidamente de la transitada esquina, rumbo a la parada de colectivos.
Como no tenía monedas, hace una parada obligada en un kiosco.
- Un Marlboro box, por favor – pide la chica que estaba delante de ella

Luego de abonar, la chica se da vuelta para irse, cruza miradas con Pau y sale del kiosco. Era alta, de tez blanca, tenía el pelo largo y ondeado y la nariz recta. Caminaba con mucha seguridad. Era Gabriela, imposible no reconocerla.
Se le empieza a acelerar el pulso, y decide para qué lado va a correr cuando salga del kiosco.

Agitada, se dirige hacia afuera del kiosco. Gabriela estaba esperándola, clavándole la mirada.

- Paula, soy yo, Gaby…
- Ay Gaby! no me di cuenta que eras vos. ¿Cómo estás? ¿Cómo me reconociste? – exclama Pau, casi paralizada por los nervios
- No fue difícil… ¿Cómo me voy a olvidar de tus ojos?


Sábado 26 de septiembre – 23:00 hs. Daniela
Finalizado el acto, Germán se va adormeciendo en el hombro de Dani, mientras ella fuma un cigarrillo, abstraída en sus pensamientos.
- Ger
- Mmm
- Ger, ¿me escuchás? ¿Estás durmiendo?
- Decime gorda
- ¿A vos te gustaría invitar a una chica a nuestra cama?
- ¿Qué? – responde Germán, sorprendido, levantando levemente la cabeza
- Eso amor. Seguramente esa debe ser una de tus fantasías, y me gustaría que la cumplas conmigo. Quiero hacerte disfrutar.
- Yo si estoy con vos no necesito a nadie más, ¿para qué otra mina?. No hay ninguna más hermosa que vos.
- No me mientas para hacerme sentir bien, amor. Yo se que tenés mil ratones en la cabeza aparte de mi, y esta experiencia sería buena para la pareja.

Germán se sienta en la cama y piensa durante unos segundos, con el ceño fruncido.

- Vos sos la que querés cogerte a una mina. No me tomes por boludo

Germán tiene 27 años, es morocho, de estatura media, y una cara muy juvenil, que lo hace parecer más chico. Viene de una familia adinerada y aún vive con ellos, por comodidad. Está realmente enamorado de Daniela. El problema es que lamentablemente a veces cruza el límite y su amor se transforma en obsesión. 

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